Caso de éxito

Caso de éxito en mediación laboral

Hace unos meses acudió al despacho un empresario y me preguntó qué podía hacer para despedir a un trabajador de la forma más rápida posible y a coste cero.

Para poder saber algo más del asunto le hice una serie de preguntas.

1º ¿Eres el dueño de la empresa? R.- Sí
2º ¿Cuánto tiempo llevas al frente del negocio? R.- 30 años
3º ¿Cuánto tiempo lleva trabajando este trabajador en la empresa? R.- 30 años, fundamos el negocio juntos, ha sido mi mano derecha.
4º Supongo que tendrás ya localizada a la persona que a partir de este momento va a sustituir a este trabajador en la empresa. R.- No, pero eso ahora no importa, necesito que este trabajador salga inmediatamente de la empresa.
5º Deduzco por tus palabras que entre vosotros existe un conflicto en este momento ¿Es así? R.- Sí por supuesto, no puedo seguir viéndolo día a día en mi empresa.

6º SI ESTE CONFLICTO NO EXISTIERA ¿QUERRÍAS SEGUIR TRABAJANDO CON EL? R.- SÍ, POR SUPUESTO.
Con estas seis preguntas y en menos de cinco minutos descubrí que lo que el empresario me había pedido cuando entró por la puerta, es decir, el despido del trabajador, no era lo que necesitaba, pero su rabia y resentimiento en ese momento, debido al conflicto que existía entre ambos, le cegaba de tal forma que no era capaz de pensar en otra solución.

Llegados a este punto, le sugerí iniciar una mediación laboral a celebrar entre el empresario y el trabajador.

Una vez que ambos accedieron, iniciamos la mediación, donde ambos tuvieron la oportunidad de escucharse y de conocer en profundidad las necesidades de cada uno de ellos que no estaban siendo atendidas y ambos pudieron comprender, por tanto, la forma de actuar del otro, que hasta ese momento no habían podido ni tan siquiera plantearse como posible.

En esencia lo que desencadenó el conflicto entre ambos fue una falta de reconocimiento del empresario hacia el trabajador. Efectivamente llevaban treinta años trabajando juntos, el trabajador puso su esfuerzo y su trabajo y el empresario el dinero, pero el que había llevado el negocio hasta ese momento y por tanto conocía todos los entresijos del mismo era el trabajador, sin embargo aunque el empresario lo consideraba como alguien de la familia y contaba con él para todo tipo de eventos familiares, etc, sin embargo profesionalmente continuaba con una categoría profesional que no le correspondía y por tanto con un salario que no era el apropiado, habiendo incluso contratado posteriormente a trabajadores que realizaban funciones muy inferiores y que sin embargo cobraban lo mismo que él (a excepción de la antigüedad) pues la categoría profesional era la misma.

Como consecuencia de este trato, el trabajador había entrado en una situación de dejación de funciones, y esta fue la razón por la que el empresario no podía consentir que el trabajador siguiera en la empresa.
Tras solucionar el conflicto existente entre ambos, no solo continuaron trabajando juntos, sino que su relación tanto personal como profesional, que estaba herida, sanó y se fortaleció y a día de la fecha continúan trabajando juntos y generando prosperidad.

Todo esto nos lleva a hacer varias reflexiones:

1º ¿Quién hubiera perdido más si la relación se hubiera extinguido? No es fácil de determinar, porque el empresario se hubiera quedado sin el alma del negocio y encontrar a una persona que hubiera podido hacer su trabajo y formar a la misma, hubiera sido harto complicado, pero de otro lado el trabajador igualmente tenía su vida consagrada a esta empresa y conocía todos los entresijos de esta empresa, y después de tantos años comenzar de nuevo a buscar un empleo también hubiera sido complicado.

2º ¿Cuál fue la razón por la que la profesional de ECUOM que atendió a este empresario no llevó sin más adelante el despido habiendo causa legal para ello?
Porque en ECUOM lo importante es el COMPROMISO con la sociedad y por tanto con todas aquellas personas que se ponen en nuestras manos. Para nosotros lo importante es SATISFACER REALMENTE SUS NECESIDADES y en este caso la ruptura de la relación laboral en un Juzgado hubiera acabado tanto con la relación personal existente entre ambos como con un negocio que ya era próspero y que tenía a su disposición a las personas que podían seguir llevándolo adelante, solo se trataba de RESOLVER EL CONFLICTO para que ambos pudieran continuar su andadura.

En ECUOM estamos COMPROMETIDOS CONTIGO